Antes de los 30, entonces los 20.
Aparentemente no debemos sentirnos fabulosas al soplar esas 30 velitas si estamos solteras, pero la cuestión es, ¿por qué cumplir treinta años parece más una maldición que una bendición?

Todas las que nos acercamos a esos famosos “20+10” nos enfrentamos a la cansada y aburrida pregunta que nos hacen “¿Cómo te sientes?, ¿Ay no ya te dejó el tren?”. Pues dale, no veo que me tenga que sentir diferente sólo por un número… actitud amigos.
Y es que somos víctimas de ese famoso y antiguo cliché de que cumplir treinta años y ser soltera aún, significa “que el tren se fue”, pero, y ¿si no quisimos subirnos? y ¿si decidimos aguardar y rezagar esa “fecha"?, o si ¿dejamos pasar un par de vagones hasta que pudiéramos subirnos con clase, escogiendo el que nos gusta más?
Aparentemente no debemos sentirnos fabulosas al soplar esas 30 velitas si estamos solteras, pero la cuestión es, ¿por qué cumplir treinta años parece más una maldición que una bendición?
Quizá sea difícil bloquear esta negatividad sobredimensionada, y ojo, no lo digo por mí, aunque de vez en cuando lo piense, lo digo porque es la condicionada sociedad la que nos posiciona a las mujeres en esa categoría de “treintona y soltera”. Pero, al final lo que importa es ¿cómo nos sentimos nosotras?
Bueno y es que leyendo artículos y páginas para escribir esta nota, me encontré con que una investigación arrojó que las mujeres comienzan a sentirse “mayores” a los 29 años, mientras que los hombres se consideran “viejos” a los 58, entonces claro, ya entendí porque me gustan los mayorcitos, si me siento de la edad de ellos… jajaja, tenía que hacer el comentario, pero en fin, regresando al punto, ¿por qué nos sentimos “viejas” cuando en realidad estamos en el mejor momento de nuestra vida, o simplemente es la percepción o los clichés son los que se encargan de hacernos pensar estas cosas?
Pues veamos… me tomé el atrevimiento de hacerle la pregunta “¿Si mañana cumplieran 30, como se sentirían, qué no sentirían…? a cuatro de mis amigas, cuatro opiniones, cuatro mundos, cuatro edades, una pregunta un poco sencilla pero compleja:
La primera expresó “yo haría un alto, y pensaría en los logros que he tenido, en lo que me faltan, y buscaría un nuevo norte”, fuerte no?, pero se vale, pues no puedes llevarte lo malo de una etapa a la nueva, en la que, no sólo sabes que debes hacer, sino que cuentas con la llave para abrir cualquier puerta: experiencia.
Mi otra amiga, vaya que quería escuchar su respuesta, de las cuatro, ella era la única que ya había cruzado esa temida etapa y saben que sucedió, sólo miren como inició su comentario: “jaja… no sentí nada, se prepara más uno emocionalmente que de lo que realmente pasa”. Ven, no se acabó el mundo y saben por qué, porque de seguido puntualizó “se busca disfrutar más las cosas sin tanta cosa”, y a esto lo llamo madurez.
La siguiente, creo que quizás ni sabe de lo que hablamos, la más joven de las cuatro, con un decir de mucho tiempo por delante para llegar a esa etapa, nos dijo “quisiera ser toda una profesional”, preparación.
Y por último, “de un día para otro una no se va a sentir diferente… al llegar a esa edad me siento más mujer, con ganas de vivir más y planear menos”, y a esto lo puedo llamar libertad.
Y entonces, ¿se acabó el mundo con la llegada de los 30´s? jajaja… pues no, lo que pasa es que pensamos que a los treintas, así por arte de magia, ya estamos listas “para salir del horno”, cuando en realidad hay aspectos de nosotras que pueden tomar hasta décadas en realizarse completamente, entonces más bien nos ponen en una situación compleja, puña, y aquí sacamos el “sayayín”, déjenme vivir y sentirme yo misma vale!, si nuestras amigas o conocidas, o ni siquiera conocidas, decidieron por las razones que fueran, cruzar esa etapa de la mano de alguien, pues que bueno, nosotras, si nosotras las “temidas solteronas” de la casa como nos llaman las mamás y abuelitas, aún estamos indecisas si cambiamos nuestro estado, si le damos entrada a alguna persona con piel de oveja pero con carácter de lobo, algunas, nos lleva tiempo curando esas interminables heridas, o mejor le llamo experiencias que los 20´s nos dejaron, véanlo así, acaso uds van y le llevan a su nuevo chico los problemas del ex?, pues no, no pretendo llevarle a mis 30´s, lo que los 20´s me marcaron, quiero llevarle esa madurez para decir no, la experiencia de las temibles primeras veces, la preparación de una carrera exitosa y la libertad de elegir mi propio destino.
Llegar a los 30 es un acontecimiento muy positivo, lo cierto es que cada persona decide cómo afrontar esta etapa, si decidimos ver el vaso medio lleno, o medio vacío…., yo por el momento, sólo estoy muy segura de dos cosas: que quiero disfrutar al máximo mis últimos meses en los 20´s pero quiero encargarme de arreglar, mejorar y afianzar cositas para entrarle con todo a los 30´s y darle lo mejor !!!!